Cuando reflexioné y sinteticé el Artículo Cómo ser un profesional sanitario innovador (Octubre 2016) entendí que sus 7 acciones eran capacitaciones y actitudes simbolizan el perfil de un profesional sobre quien se pueda (o con quien se pueda) planificar transformaciones en el Sistema Sanitario.

Sobre ese listado de capacidades se están depositando ilusiones por hacer cosas innovadoras:

  • Pensamiento asociativo
  • Observador permanente
  • Ser Ciudadano Digital
  • Desafía la realidad
  • Experimentar y repetir
  • Emprendedor
  • Creatividad

la Innovación Social en Sanidad es un claro ejemplo de Deconstrucción del pensamiento del profesional y del sistema Sanitario

Ahora bien, en mi visión de las cosas, hace falta preguntarse: ¿Todo lo que se debe hacer es Innovación? Seguramente, no. El Sistema Sanitario (junto con el Socio – Sanitario) reajusta bastante bien en España la Atención global y personalizada tanto en la Hospitalaria como en la de Primaria. Otro asunto es la velocidad a la que lo hace, y con quien lo hace. Y ahí sí que creo que se necesitan personas con esas capacidades que, curiosamente el Informe Davos para 2020

Deconstruir, ¿Qué es eso?

Antes de seguir, pensemos en cómo se sienten obligados a pensar los políticos y altos cargos de gestión (haciendo fase de Empatía): ¿Qué va a repercutir cualquier cambio en el capítulo 1 (dinero)? Casi todas las cosas que necesitan cambio exigen inversión económica… menos en la actitud de las personas. En mi visión, creo que necesitamos identificar personas que Editen, que modifiquen el diseño y que lo expongan, mediante un esfuerzo inversor del reto: ¿Qué cosas necesitamos deconstruir en Sanidad?

1 Creo que uno de los grandes paradigmas sobre los que se sustenta la Atención Sanitaria y Socio Sanitaria es el Protocolo. Las Guías de Práctica clínica son el sustento pero también se han convertido es excusa para evitar reflexionar sobre un necesario laicismo de la Medicina Basada en la Evidencia: Y de hecho, lo que muchas sociedades científicas en España están publicando manuales del ‘No Hacer‘, que son el claro ejemplo de que la mecanicidad del protocolo impide muchas veces entender que la rigidez del protocolo significa un montante perjudicial para la productividad y para la Experiencia de Paciente. Del listado inicial, menos lo de ser ciudadano digital, corresponde todo a este cambio deconstructivo del pensamiento rígido del protocolo. En cierto modo, la intuición es experiencia, pero todo ello es memoria de los conceptos de la Medicina Basada en la Evidencia. Sin embargo, en esta propuesta Conocimiento médico innovador: entendiendo la medicina basada en evidencia como un fenómeno socio-médico (publicado en 2012) vemos que la arrogancia suele ser una barrera para salirse de la norma aceptada en medicina. No pretendo huir de la MBE sino reflejar que la rigidez también es un problema para la propia MBE.

2 Justamente, la Experiencia del Paciente es otro de los elementos que convocan a la deconstrucción de lo que hacemos: Nos hemos basado durante años en las Encuestas de Satisfacción, pero el análisis de dichas respuestas nos dejan enormes vacíos dado que las preguntas típicamente abiertas no están siendo una herramienta de la madurez de la Calidad Asistencial.

Fijémonos en la escala del cuestionario IEXPAC (Instrumento de Evaluación de la eXperiencia del Paciente Crónico):

cuestionario IEXPAC

¿Cómo puede el paciente responder qué es una buena o mala coordinación entre profesionales, y qué efectos tienen sobre el paciente? o ¿Qué tipo de información es la que debo buscar en Internet y cómo analizarla?
Ese cuestionario, una vez más y como la gran mayoría, son preguntas hechas para hacer ‘reflexionar’ al profesional pero no para hacer reflexionar al Paciente sobre el fondo importante de las acciones que recibe.

En mis experiencias con Pacientes y Profesionales he usado la metodología Design Thinking, que la mejor para adentrarse en el contexto de la Empatía y la Cocreación, que es aquello que te exige pensar y proponer desde el cogote de la otra persona uniendo diferentes perspecvtivas y experiencias. Por eso la Innovación Social en Sanidad es un claro ejemplo de Deconstrucción del pensamiento del profesional y del sistema Sanitario que, para ser útil, nos pide escuchar mucho más al otro que a nuestra propio pensamiento «qué bueno soy».

Inteligencia Estratégica

Los impulsores de productividad son herramientas clave de cualquier cambio, incluso los denominados de Responsabilidad Social Corporativa, que aunque están destinados a ofrecer mejores percepciones de los servicios son una fórmula indirecta de atraer al usuario al producto. Por tanto, la deconstrucción y sus Editores (personas con Talento y habilidad en la Gestión del Cambio) deben saber diseñar sus acciones con la prudencia de no generar límites de costes que sean una barrera. Entre los Gestores y Mandos existen rumores, suposiciones, instinto de rebaño, prejuicios, arrogancia, pesimismo y muchos otros factores cualitativos inconmensurables, incluida la locura ocasional. Por eso es estratégico asegurar que el diseño de la Deconstrucción en un proceso de cambio o madurez acepte un primer campo de pruebas: Es mejor demostrar en un grupo pequeño que en un escenario grande. Y después aplicas el modelo en otras unidades mientras enseñas con el primer ejemplo; algo así como los ensayos clínicos donde la esperanza es que funcione en casos concretos, y si se logra, entonces se escala hacia todos los lados.

La primera fase de la deconstrucción del «si no hay dinero no se puede hacer» es el método de pedir dinero. La clave es demostrar el Retorno de Inversión a nivel micro: Es lo mismo que cuando se planteó la Primera gran Digitalización de los Sistemas de Salud al incorporar los Sistemas de Información, que expuse en el artículo El liderazgo Digital en Sanidad (junio 2018): El coste de la infraestructura en telecomunicaciones, dispositivos, y formación fue brutal; pero se sabía que esta digitalización supondría numerosas ventajas a todos los niveles y centros… aunque aún estemos averiguando y detectando errores del uso.

Sin embargo, entrando en el fondo de esto del cambio y la madurez: Es la Deconstrucción un modelo vulnerable? Por supuesto, es vulnerable porque no existen Centros de Pensamiento Crítico, ni unidades de Innovación que estén visibilizando ejemplos y perfiles de personas que están cambiando cosas. En este punto me tengo que referir a que sí que existen grupos de Innovación, pero son externos, como por ejemplo el movimiento Humaniza la Uci, que con grandes esfuerzos está conquistando desde fuera del Sistema y convenciendo a Gestores que la deconstrucción del protocolo y de la Experiencia del paciente en la UCI no sólo puede medirse en resultados clínicos sino en Satisfacción de los equipos de profesionales, que es otro de los grandes retos en los flujos de trabajo: la Ansiedad, el estrés y la insatisfacción hacen que el profesional baje la cabeza, pueda obviar el protocolo y produzca huecos en la comunicación interna.

La Comunicación Interna, mi tercera propuesta de Deconstrucción. En algunos eventos donde he planteado (con Design Thinking) el por qué los planes de Calidad y Liderazgo Clínico se quedan cojos en su evaluación. La respuesta siempre es muy parecida: no evaluamos la capacidad del ecosistema de la Comunicación.

Es muy manido decir que «no nos enseñaron a comunicar». Cierto. Pero es que Comunicar no es sólo decir ni practicar la escucha activa delante de la otra persona; evaluar por qué la gente no descodifica es un reto importante para mí. Prueba a hacer lo siguiente: Lee un documento de Plan de Salud cualquiera y verás que no entiendes muchísimo de lo que cuenta. Y si no entiendes lo que te dicen que tienes que hacer , o los líderes no evalúan la comprensión de todos los de la cadena de mando y resto de profesionales, nunca sabrá si lo que se hace es por una «consecuencia medible de beneficios». En este último pensamiento, creo que la deconstrucción del liderazgo sanitario exige humildad en reconocer ese propio liderazgo comunicativo desde los diseñadores de los planes hasta las acciones de información digital en las webs sanitarias.

Deconstrucción del Aprendizaje del Conocimiento. Algo que nos estamos encontrando como típico en las Escuelas de Salud (Instituciones oficiales de Formación de Profesionales) es que no han tomado el rol de la escuela que debería ser el lugar en el que nada está a resguardo de ser cuestionado. Parece que el Pensamiento Crítico tuvo un corte de digestión al salir de la academia sanitaria, y que después de terminar la Universidad o la Formación Profesional, todo lo que viene debe ser aceptado, porque el Sistema «es así». En mi visión, faltan estímulos para ser Creativos, y no sólo para incorporar conocimiento científico que mejore la relación Conocimiento / Resultados en salud; me refiero a que la estimulación institucional de la Creatividad debería tener modelos, planificación y repositorios. Estoy convencido de que llegará esto a formalizarse dentro de las Consejerías de Sanidad, ya que lo curioso es que veo entusiasmo en asistir a eventos de cocreación donde los profesionales sanitarios no sólo divierten su talento sino que lo realzan y luego lo contagian.

Un elemento que no se ha cuestionado en la formación continuada es el Aprendizaje Digital (elarning) en cuyas habituales plataformas institucionales un inscrito se descarga un pdf, se lo estudia, y luego accede a un test de respuestas. Si aprueba, recibe un certificado y si no, suele poder repetir el test. ¿Esto es mejorable? Por supuesto. Las nuevas metodologías y diseño de Plataformas Educativas tienen éxito desde la comprensión del análisis de las interacciones de los usuarios: Se puede detectar talento de quien aprende mediante el análisis del ‘tiempo de respuesta’, ‘tiempos y elementos de consulta de recursos’, interacción con otros alumnos … Pero claro; para esto necesitamos innovar plataformas, deconstruir que el aprendizaje es sólo por las respuestas, y que los docentes sepan ser Docentes Digitales analizando dichos datos.

Esto de la Creatividad que citaba antes, junto con el contagio, es muy útil para los nuevos Liderazgos, que es verdad que están cambiando dado que las generaciones de 20 y 30 años que ya ejercen en la Sanidad vienen con otros conceptos menos competitivos y buscan dar más sentido a su vida mientras son Profesionales de la Salud. La Deconstrucción del tradicional liderazgo vertical es tan útil como vertebrador de talento emergente: Se producen más chispas positivas entre equipos con co liderazgos y diversidad de responsabilidad del éxito.

El Uso tecnológico es el último punto de propuesta de Deconstrucción. Existen formas de analizar que lo que usamos puede que no lo usemos con eficiencia: y sin embargo lo que se ha hecho tradicionalmente es esperar que los Técnicos de aplicaciones de los Dispositivos y Equipamiento sean los que configuren todo de forma ‘automática’, aunque el aparato sea mucho más capaz. Se puede investigar mucho más y ampliar las capacidades de lo que hacemos si en lugar de pensar exclusivamente en la obsolescencia tecnológica nos vamos al escenario del aprovechamiento. Y de hecho existen determinantes previos de la adopción tecnológica, que en pocos gestores se les puede adivinar cuando les escuchas «hemos comprado cosas modernas».

Cada uno de estos análisis pretendo extenderlos en un futuro, ya sea en este o en otro blog. El desafío está expuesto. Aunque mi pregunta final es esta: ¿Cómo podemos ser constructores y deconstructores a la vez?

Os dejo una presentación que subí a mi canal YouTube, si has llegado hasta aquí:

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